Sumika (Kanade Miyu), una mujer casada fascinada por placeres extraños que nunca se cruzan con su marido, recibe entrenamiento anal de cierto fanático del SM y se convierte en una esposa. Los tailandeses sienten incluso dolores hasta el punto de sufrir calambres en sus órganos internos. por dentro y por fuera Se acabó. Sumika retorció su apretado cuerpo mientras agarraba las verduras que estaban atornilladas en los dos agujeros entre su entrepierna y derramó lágrimas de humillación cuando vio los excrementos de plátano. Colgado de un gancho nasal, estimula la mucosa de la cavidad nasal. Tortura, tortura azotando ferozmente sobre la piel blanca y goteando sin piedad cera caliente sobre la piel hinchada. Un increíble coito anal que repite el clímax de la garganta profunda justo antes de ahogarse con un violento pistón que voltea la pared intestinal del revés. Cuando encuentre el máximo placer en un dolor inimaginable, Sumika se liberará de la moral y la ética para alcanzar la cima de las emociones sexuales.
